El emblema OSOmático

Camille se muere.
Puede durar unos años más. Pero su fin está cercano.
Entre tanto en la Comarca de la Jacetania Guillermo Palomero y Manuel Alcántara, dos emblemáticos defensores de la especie plantígrada no dejan de hablar de las bondades de su presencia como especie. Que si es un emblema de calidad, que si puede considerarse una especie que garantiza un recurso virgen e impoluto, por el medio dónde habita. Que si a través de las medidas para su protección y recuperación es posible recuperar la situación económica del sector ganadero y relanzar un turismo diferente y enfocado a "vender" espacios de alta calidad ambiental, porque tenemos Osos Salvajes...

Palabrería, bien fundada, pero palabrería sin respaldo en la realidad institucional aragonesa de proteger el hábitat del Oso pardo en el Pirineo, dónde sistemáticamente viene olvidándose la presencia humana. Y buena prueba de ello es la eventual presencia a estas jornadas de Belarmino Fernández, Alcalde de Somiedo, dónde los Osos, como excepción a la regla han traído "fortuna" al pueblo.

Tratar el sector turismo junto con la recuperación de la especie plantígrada es casi un insulto a la inteligencia. En tiempos no tan lejanos con una mayor ocupación turística no dejaba de atraer a Camille y sus compañeros de zona a comerse alguna que otra oveja por estos puertos.

Hoy siguen ahí. Dando guerra en un ambiente de declive económico en estos valles.

Camille, Aspe Oeste, Neré y Canelito, los últimos machos que quedan por la zona no pueden reproducirse. El turismo, el aprovechamiento de los recursos naturales, la ganadería pretenden hacerse un hueco diferente en los Valles, buscando vertebrar económicamente el territorio y tampoco puede reproducirse.

El emblemático OSO solo trae, según se gestiona, pobreza; porque su hábitat no es exclusivo, y porque la vida de los que no ivernan cada vez es más difícil en un medio rural desprotegido por los poderes públicos, resquebrajado y poco cohesionado.
Se ha polarizado todo en Blanco y Verde. Se ha Globalizado la defensa a ultranza del medio ambiente desde donde ya no queda medio ambiente que proteger.

Y ese deterioro institucionalmente guiado y públicamente apoyado afecta por igual a Camille, Aspe Oeste, Neré o Canelito; y como no, a los habitantes de los Valles Occidentales, que esperan al igual de Camille, y los demás , cuando menos una muerte digna; algunos como Camille como individuo y el resto de homo pirenaicus con Neré , Canelito y Aspe Oeste incluidos , como especie.


Es claro, y me alegraría, que a Aspe Oeste, Canelito y Neré a no tardar les traerán unas centro europeas para poder aparearse y garantizar por lo menos durante el tiempo que dure el experimento su supervivencia como especie pirenaica. Al resto me temo que no nos traerán nada. Es más creo que las políticas de recuperación del medio rural en estos lugares quedará siempre en entredicho.

Sr. Alcántara, nosotros también llevamos tiempo comiendo la misma carroña que Camille, sufrimos los mismos picores de la sarna y nadie se preocupa de nuestro entorno. No podemos crecer como pueblo, no podemos desarrollar ideas y solo debemos habitar como nuestros ancestros: con faja y boina.

Entre tanto, la única salida a la economía global de la Jacetania se centra en ARRASAMÓN y sus operaciones especulativas en los entornos de actividad invernal.