Valga lo iróncio del comentario para despertar la agudeza del lector, y vincular los "brotes verdes" de la economía, que ha ido poco a poco desmoronándose hasta lo que ahora concocemos, con el despertar de la naturaleza:
Imagino grandes resortes naturales iniciándose perezosamente por estas latitudes, en respuesta a los desmanes humanos.
El ser humado, insultante, estúpido y soberbio, no parece entender que su trascendencia -económica- es perentoria y fragil y que la naturaleza es capaz de adaptarse a ella.
En términos filosóficos podría explicarse la trascendencia humana como resorte de la inmanencia de la naturaleza como ente complejo y sofisticado hasta la incomprensibilidad.
Ese gesto soberbio de dominación que durante más de dos siglos ha ido industrializandolo todo, utilizando formulas de economía salvaje y desdichada, está obteniendo respuestas por parte del planeta tierra, que tiene en estos pequeños brotes verdes un evidente reflejo de su capacida de adaptación; capacidad que ha ido interiorizándose hasta brotar con distinto síntoma.
La estulticia humana no tiene límite: Confiad en la naturaleza, ella no sabe nada, solo gestiona una inmensa base de datos -genóma- que tiene respuesta para todo; incluso para combatir la miseria humana.
Eso si, que nadie piense que este cambio tiene un coste cero. Retornar al centro de la tierra todo el CO2 que se le ha urtado a la madre tierra tendrá un coste salvaje; que , en realidad, ya lo está teniendo en vidas humanas por hamburna, desertización, deforestación, sequias, asintonía estacional , etcétera.
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