lunes, 28 de enero de 2008

LA SINRAZÓN



Un anónimo apólogo de la violencia ha cruzado sin pudor alguno el umbral de la atrocidad.
En el monolito que los familiares y amigos de Miguel instalaron en el lugar dónde fue vilmente asesinado se ha tachado , toscamente, la referencia a la vileza del asesinato , por el ajusticiamiento.

Un verdadero ultraje a la moral, sin duda.

Es un acto de absoluta bajeza moral. Un desvío hacia la irracionalidad. Una maniobra de encubrir la acción de matar bajo la etiqueta de la "justicia" oculta de las mafias.
Es una apología; lo que en terminaos penales se expresa como la exposición, ante una concurrencia de personas o por cualquier medio de difusión, de ideas o doctrinas que ensalcen el crimen o enaltezcan a su autor.

Ajusticiar en Fago es un término que nos lleva al cadalso y a la ejecución.
Sin embargo el Estado de Derecho los carga de vis física y moral. Y por ello , son términos sometidos a normas procesales y a garantías constitucionales que fundamentan los valores de la convivencia, el entendimiento , la presunción de inocencia, la culpabilidad, la inimputabilidad, la atenuación o la agravación de las circunstancias de todo acto presuntamente delictivo.
Pero sobre todo nos lleva a un concepto insoslayable del Estado derecho: EL IMPERIO DE LA LEY.

Hoy podemos decir , más que nunca, que Miguel fue "Ajusticiado" por una mafia, como expresa esa ruin tacha. Y fue ajusticiado porque con él tropezaron los que ahora justifican su asesinato. Queriendo así decir al "pueblo" que Miguel tuvo un "juicio" justo a la medida de la ley de la mafia y el terror.

Hay un viejo dicho policial que dice que el Asesino vuelve siempre al lugar del crimen.

Esta vez se ha cumplido. El autor material está entre rejas , amparado por la presunción de inocencia y un montón de pruebas que le incriminan. Los autores intelectuales, el grueso de la mafia, sigue en la calle amparados por el silencio oscuro y denso que ellos mismos imponen con su ley y se han acercado al lugar del crimen a ultrajar el emblema de la memoria de lo que nunca debía haber ocurrido. Es decir, a justificar su acto criminal.

Hoy, más que nunca, podemos hablar que hay un presunto culpable entre rejas y un puñado de presuntos inocentes que pretenden convivir con nosotros advirtiéndonos que no entrar en su juego significa terminar en el cadalso.

ES LA SINRAZÓN

No hay comentarios:

Datos personales

Mi foto
Abraham Abulafia fue un cabalista español, nacido en Zaragoza (1240-1291) que vivió en Tudela y viajó por Tierra Santa en 1260. Entre otras obras escribió un comentario a la Guía de perplejos de Maimónides.