El remedio de clase II

La imagen lo es todo. Una imagen vale más que mil palabras. Pero nunca una imagen supera el valor del principal.
Con este breve párrafo podríamos describir el gesto del Banco de Santander, permeabilizado por las demandas del movimiento del 15M. Hay que reconocer que son listos, hábiles estrategas entregados al beneficio.
Con su unilateral aportación para calmar el dolor de sus hipotecados con problemas de solvencia, trabajo y futuro, han diseñado un Plan. Es el Plan. Una estrategia ideal. Un salvavidas perfecto, a medida.
Consiste semejante promontorio de bondades financieras en un aplazamiento por tres años de la deuda. Si, aplazar la obligación de pagar. Menudo chollo.
Sin embargo, un análisis más profundo de la gran idea nos lleva a pensar que de chollo nada. El aplazamiento consiste en evitar el pago del capital principal en las cuotas hipotecarias y hacer frente tan solo a los intereses. Es decir, en pagar solo lo que el Banco ha de computar en sus cuentas como beneficio.
Bien pensado Botín! La legalidad te hace dueño del dinero halla dónde esté. Igual da que lo tengas en tus cajas fuertes como que un ciudadano honrado lo haya utilizado para pagar su vivienda. El caso es que a ese dinero le tienes que sacar un rendimiento y ésta es la mejor opción de sacarle el máximo rendimiento.
Hoy y durante tres añitos solo cobras el beneficio que ha de reportarte el préstamo maldito. Te garantizas así un ingreso que va directo a tu cuenta de resultados. El préstamo mantiene su vigencia, el capital alarga su estancia en manos del otro, y sin que merme ni un céntimo;

Mientras le dejas que se tome un cafelito, le pides solo el interés.

En el otro lado del balance tu capital sigue reflejado como un pasivo con rendimiento, y ese apunte te hace merecedor nuevamente de una calificación de solvencia inigualable.

Entre tanto la basura financiera sigue circulando por el mundo dando tumbos y generando desgracias, aumentado en el tiempo sus efectos, alargando la agonía del sistema que te dio pie a nacer.
Buena maniobra. Mantengo el beneficio en época de crisis. Garantizo negocio al Banco por lo menos en los próximos tres años y además con parte de ese beneficio doy Becas a los cachorros de mi nuevo mundo bancario.
Vomitivo Sr. Botín, vomitivo.